Con el objetivo de realizar divulgación del conocimiento científico y cumplir la misión de comunicación y difusión en la comunidad osornina, fue presentado a los estudiantes de tercer año medio del colegio San Mateo de Osorno, el Labobus, laboratorio móvil, perteneciente al proyecto de Monitoreo de Algas en Chile, MACH, resultado de una colaboración binacional entre científicos Chilenos y Japoneses que estudian los procesos de Floraciones Algales Nocivas (FAN), conocidos como Mareas Rojas.

El contexto de esta actividad, que contempló una charla a los estudiantes de tercer año medio que cursan el electivo de biología celular y molecular en el Colegio San Mateo, y una visita al Labobus que se encontraba en el colegio (y que forma parte de una gira con visitas a Bahía Mansa y Pucatrihue), lo explica el Dr. Alejandro  Murillo, profesional de extensión proyecto de Monitoreo de Algas en Chile, MACH-SATREPS. “El proyecto MACH desarrolla conocimiento a través de la investigación científica, pero también este conocimiento permite desarrollar nuevas tecnologías para el monitoreo de algas en Chile, y esta tecnología se ve reflejada en el laboratorio móvil que será pieza central de nuestras actividades y la «maleta laboratorio» que corresponde a una serie de equipos que han sido diseñados o modificados para tomar muestras en terreno y detectar microalgas nocivas en tiempo real, sin la necesidad de contar con un gran laboratorio, como los que están en las universidades. La maleta laboratorio es un prototipo que el proyecto espera se pueda incluir en el futuro para el monitoreo de  Floraciones Algales Nocivas (FAN)”, afirmó.

El proyecto de Monitoreo de Algas en Chile (MACH) es una colaboración binacional entre científicos Chilenos y Japoneses que estudian los procesos de Floraciones Algales Nocivas (FAN), “conocidos coloquialmente como Mareas Rojas. Estos fenómenos naturales son complejos y multifactoriales, por lo que entender su dinámica requiere de un grupo multidisciplinario de científicos”, indicó Alejandro Murillo.  

En el caso del proyecto MACH, agrega el Dr. Murillo, “se está estudiando la dinámica de las microalgas que producen floraciones nocivas, pero también a las bacterias asociadas y que interactúan con ellas en el ambiente marino, bajo el concepto de «Holobioma», precisó.

Objetivos

El objetivo del proyecto es identificar organismos «marcadores» ecológicos, que detectados en cierto número sean indicadores de que una FAN está en estadios de desarrollo inicial, lo que permitiría generar alertas tempranas para estos procesos, generando medidas de mitigación.

MACH, comenta el investigador, está asociado a 3 instituciones académicas y 1 instituto de investigación en Chile; las Universidades de La Frontera (UFRO) en Temuco, Los Lagos en Osorno, Antofagasta en Antofagasta y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) a través de su Centro de Estudios de Algas Nocivas (CREAN) en Puerto Montt. “En este contexto, la comunicación y divulgación científica es un área fundamental del proyecto, enfocada en las regiones donde está alojado y con un fuerte componente en las comunidades locales más afectadas por eventos de FAN,  donde se pueda hacer una transferencia de conocimiento y tecnología sobre estos procesos. Por lo anterior, las actividades en Osorno son parte de esta estrategia de comunicación”, aseguró.  

El proyecto MACH, continua el Dr. Murillo, desarrolla conocimiento a través de la investigación científica, “pero también este conocimiento permite desarrollar nuevas tecnologías para el monitoreo de algas en Chile, y esta tecnología se ve reflejada en el laboratorio móvil que será pieza central de nuestras actividades y la «maleta laboratorio» que corresponde a una serie de equipos que han sido diseñados o modificados para tomar muestras en terreno y detectar microalgas nocivas en tiempo real, sin la necesidad de contar con un gran laboratorio, como los que están en las universidades. La maleta laboratorio es un prototipo que el proyecto espera se pueda incluir en el futuro para el monitoreo de FAN”, destacó.

Financiamiento

El proyecto de Monitoreo de Algas en Chile (MACH) surge como una colaboración Chileno-Japonesa, financiado con recursos del Programa Asociativo de Investigación en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sustentable (SATREPS) del Gobierno de Japón, a través de sus Agencias de Cooperación Internacional (JICA) que provee asistencia para el desarrollo y la Agencia de Ciencia y Tecnología (JST) que provee fondos competitivos para proyectos de investigación en ciencia y tecnología. Japón está representado por las Universidades de Hiroshima, Kyoto y Okayama, además del Instituto Nacional de Investigación en Ciencias Pesqueras.

Este proyecto además cuenta con la aprobación, patrocinio y participación de la institucionalidad nacional como son la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA), Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) y Acuicultura, Ministerio de Salud y la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID). Asimismo, se cuenta con la colaboración del Instituto Tecnológico del Salmón (INTESAL) y el Instituto Tecnológico para la Mitilicultura (INTEMIT).

ULagos

Patricia Beristain, profesional de apoyo en difusión del proyecto en Osorno, pertenece al laboratorio de Genética, Acuicultura y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos, manifestó que “la Universidad de Los Lagos, apoya este proyecto que lidera la Universidad de la Frontera. Nuestra visión es en el área de acuicultura y pesca, por esto se llama monitoreo de algas de Chile. Lo que se busca es asegurar que la industria no tenga problema al momento de poder exportar, como ocurrió en la crisis de la marea roja en 2016, los pescados se ahogan y se mueren, esto significa todo un ciclo de producción de 18, 20, 30 meses que se pierden. Además de un mercado que no se abastece, gente que no puede alimentarse, un impacto económico social”, indicó.

La profesional se refirió a la visita del Labobus en el Colegio San Mateo y a la evaluación que como equipo coordinador harán sobre si se realiza divulgación científica. “Se realizará una encuesta a los estudiantes previa a la charla acerca de la marea roja, y después de la presentación una encuesta, en el fondo qué tanto aprendieron. Esto se cuantifica para después compartir los resultados. También está a preparación el proyecto para explora sobre un libro de la marea roja, de manera más amigable para los niños que tendría un formato digital y un formato papel”, sostuvo.

Laboratorio móvil

Este es un Labobus, es un bus equipado con una serie de equipos de última generación, un laboratorio móvil que se traslada a todo Chile. “Uno puede ir a un lugar y utilizar primero la maleta para ver si existe o no un Bloom de marea roja y una vez que se tiene esa visión cualitativa hacerla cuantitativa y partir de esto utilizar todos los instrumentos que tienes en el laboratorio”, precisó Patricia Beristain.

La esencia de la maleta (maleta de laboratorio) es poder trasladarla a terreno, “y que cualquier persona pudiese manipularla.  Es una maleta práctica con la que se toma la muestra y uno tiene la evidencia de si existe o no Bloom, pero sin saber cuánto es, ni sé qué algas son”, puntualizó.

Las personas que en estos momentos están capacitadas para utilizar esta maleta (que es un prototipo) “somos los profesionales del laboratorio, pero la idea es que en el futuro, en el mediano y corto plazo, puedan utilizarla un sindicato de pescadores artesanales que tuviera particularmente un cultivo de choritos o la industria, una empresa mitilicultora grande podría utilizarla para determinar si existe o no marea roja. En el fondo es una alerta, es una visión previa”, aseguró.

Estudiantes

Raúl Rodríguez, tercer año medio, cursa electivo la asignatura de biología celular y molecular en el colegio San Mateo, relata que siempre le interesó la biología y cuando “vi que existía este electivo me interesó aun más y me inscribí”. De la charla y el laboratorio móvil comenta que “fue bastante asombroso porque no pensé que este tipo de tecnología estaba disponible en Chile y al verlo lo encontré como algo único”.

Participó en un concurso de biología a nivel nacional organizado por la Universidad de Talca, y quedó entre los primeros seis puestos.

Millaray Imilan, también en tercer año medio y en el electivo de biología celular y molecular, se refirió a la experiencia de la charla y la visita al Labobus. “Estaba bastante interesada en conocer el trabajo que hay detrás de todo esto. El proceso de tomar la muestra,  lo que hay que hacer para que resulte sin alteraciones; también me pareció muy bien la charla, porque es una materia de la cual se habla mucho en el país pero de lo que no se tiene conocimiento real”, afirmó.

Sobre el Labobus, la estudiante indicó que “me dejó impactada ver tantas máquinas, las funciones que cumple cada una y lo complejo que resulta procesarla. El cuidado para no contaminarla, entre otros aspectos”, finalizó.

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Fuente: ULagos / Alejandro Murillo, profesional de extensión proyecto MACH-SATREPS