ALGO DE NUESTRA HISTORIA:
El Colegio San Mateo reconoce en su historia el fundamento ignaciano de “en todo amar y servir”. En coherencia con este gran ideal y para responder a un llamado del entonces Obispo de Osorno, Monseñor Francisco Valdés, jesuitas de la Provincia de Maryland asumen el desafío de venir a misionar al sur de Chile. Son éstos, los llamados firts fathers, quienes instalan en la ciudad una especial manera de vivir el Evangelio y de educar según los principios y valores ignacianos (1959).
Desde entonces somos un colegio católico inspirado en la tradición educativa de la Compañía de Jesús y la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, su fundador.
Integramos una red de colegios a nivel Latinoamericano (FLACSI) con 90 instituciones educativas en 19 países. En Chile formamos parte de la REI (Red Educacional Ignaciana), con 11 colegios asociados.
Tenemos una tradición educativa de 57 años en la ciudad de Osorno. Desde el año 2005 educamos a hombres y mujeres en un proyecto común que los reúne en la búsqueda permanente de la excelencia y la construcción de un mundo más justo y más humano siguiendo la huella y el modelo de Cristo.
En respuesta a esta tradición e identidad y en concordancia con el Proyecto Educativo del que somos parte, hemos definido nuestra misión, visión y fuentes inspiradoras de nuestro quehacer educativo:
QUEREMOS SER UN COLEGIO DE LA IGLESIA, SEGÚN LA TRADICIÓN IGNACIANA:
VISIÓN
Nuestro colegio aspira a formar niños, niñas y jóvenes que aporten en:
- Una sociedad que equilibre el desarrollo material con la justicia social y el crecimiento en el espíritu, que respete la diversidad y aproveche lo mejor de cada persona y de cada grupo, que fomente el desarrollo de las familias como unidad básica fundada en el amor.
- Jóvenes que salgan del colegio a servir, entusiastas, amantes del conocimiento, de la belleza y del bien, con experiencia de Dios y del prójimo, excelentes en lo que emprenden, dialogantes y motivados seguidores/as y comunicadores/as de Jesucristo.
- Una Iglesia de comunión y participación, acogedora y profética, atractiva y convocadora, cercana a los pobres y comprometida con sus problemas.
MISIÓN
Formar integralmente a niños, niñas y jóvenes, trabajando en alianza con sus familias, en el marco de una comunidad educativa en la que se aprendan y se vivan los valores del Evangelio, para aportar a la sociedad y a la Iglesia personas competentes en distintos ámbitos y comprometidas con la construcción de una sociedad justa y fraterna.