Evolución del pensamiento social del padre Alberto Hurtado, fue el tema que se desarrolló y explicó el padre Nelson Peña s.j. en mayor profundidad este miércoles 15, en el aula Magna Monseñor Francisco Valdés de Osorno. La exposición, enmarcada en la celebración del Mes de la Solidaridad, no dejó indiferente a la asamblea que atenta escuchó el sentir, el pensar y el actuar del santo chileno en lo que respecta a su obra social, iluminada siempre desde el Evangelio.
Su primera escuela, el apostolado Pedagógico, su trabajo en la acción Católica, el Hogar de Cristo y la formación social, la moral social y su sentido de Dios fue el itinerario temático que abordó el sacerdote jesuita, con el cual recorrió la vida y la obra de San Alberto Hurtado.
En su relato, el padre Nelson destacó la importante influencia que tuvo en el santo chileno, su madre, Ana Cruchaga, quien le “ayuda a configurar su ser social desde muy pequeñito”, y el sacerdote Fernando Vives, “cuya particularidad es que, en esos tiempo en Chile, lo exiliaron un par de veces por que su pensamiento era muy avanzado en el tema social “.
“Podemos decir que Alberto, al igual que nosotros es parte de una familia y también vive momentos de dolor; perder a su padre a temprana edad, salir de su tierra y llegar a otra de allegado y entrar a un colegio con otra dinámica. Esto es parte del proceso que va haciendo en su vida, y estas dos personas fueron claves”, dijo.
En el Colegio San Ignacio, agregó “empiezan a hacer apostolados en las periferias del gran Santiago, que por su puesto era mucho más pequeño de lo que es hoy. Es ahí donde empieza a ejercitar su cercanía con el mundo de los pobres, siendo estudiante secundario. Comienza a tener contacto, cada semana con las personas de esos sectores”.
Siendo universitario, el padre Hurtado, “ya no solo tiene esta cercanía, sino que también comienza a transmitir cosas que tienen que ver con su pensamiento social. Había estudiado por su parte la Doctrina Social de la Iglesia, y tenía bien presente una encíclica que marcó a toda una generación; la Rerum Novarum, escrita en 1891, y yo creo que también ha marcado todo el pensamiento social de la Iglesia”, agregó el padre Nelson Peña.
Con su tesis de bachillerato: “la Reglamentación del Trabajo de los niños” , y la de licenciatura en leyes que habla acerca de “El trabajo a Domicilio”, ya cultivaba su sensibilidad y empatía con los temas sociales. “Para él no era ajeno este mundo, se acercó y fue poniendo los medios para generar una reflexión y poner en evidencia los temas que le aquejaban”, añadió.
Aún siendo solo un joven, Alberto Hurtado ya tuvo toda esta inquietud. Después ingresó a la Compañía de Jesús en 1923, donde trece años después, fue ordenado sacerdote. “Todo el pensamiento social de San Alberto nace de su experiencia de Dios. Su sentido del otro y su deseo de servir a los demás nace del Evangelio, y su gran amor hacia los pobres surge en él, de su propio deseo de vivir el Evangelio”, aseguró el padre.
También se preocupó y se ocupó de la formación de las personas, con nombre y apellido, y trabajó como asesor de la Acción Católica, tiempo en que escribe una de sus obras más controversiales ¿Es Chile un país Católico?, donde criticó fuertemente a una Iglesia centrada solo en lo ritual, encerrada en la sacristía, “él no dice que no sea importante, es muy importante, pero eso se debe complementar con el servicio directo y concreto a los pobres. Que eso significa amor a Dios y amor al prójimo”.
“Hay un hecho decisivo en el pensamiento del padre Hurtado. Octubre de 1944, marcó un antes y un después en su vida, el día que se encuentra con una persona que no tiene dónde vivir, entonces nace en él la necesidad imperante de dar respuesta a esa realidad y creó el Hogar de Cristo”, continuó el padre Nelson.
Hoy, al igual que en aquel tiempo, muchos de los llamados que el padre Hurtado hace a la sociedad, especialmente a los cristianos, son absolutamente actuales y nos cuestionan. “Existen muchas personas dispuestas a dar caridad, pero no hacen justicia. El nos dice claramente que la caridad comienza cuando termina la justicia. Primero hay que pagar salario justo, completo y después hacer caridad y regalar una caja de mercadería si se quiere”.
“¿Qué nos dice hoy Alberto Hurtado en la parroquia, en el colegio, en nuestra familia sobre su pensamiento social acerca de los pobres, de los inmigrantes? ¿Qué desafíos se nos plantean hoy en nuestras comunidades?”, preguntó el padre Nelson y reflexionó: “Los tiempos son malos, decía el padre Hurtado, seamos mejores. Nosotros somos el tiempo y Dios está con nosotros”.
Fuente: padrealbertohurtado.cl