Así se expresó el rector del Colegio San Mateo de Osorno en la inauguración oficial del año académico 2018, ante cientos de estudiantes, profesores, paradocentes, administrativos y personal de servicio de la institución.

La actividad se realizó en el gimnasio Padre Luis Hurtado, de la institución con el pleno de los estudiantes que hacían ver las gradas de un rojo intenso, reflejo del uniforme del colegio.

En su alocución el rector Alejandro Aguirre, muy emocionado, invitó a la audiencia a “mirar con confianza lo que vendrá en este 2018. Este año será una oportunidad para crear y recrear ideas. Ampliar nuestros conceptos y conocimientos. Profundizar en el desarrollo de nuestras habilidades y competencias”.

El Colegio San Mateo tiene casi 60 años de existencia y la historia se remonta hasta 1959, cuando jesuitas de la Provincia de Maryland (EEUU), asumen el desafío de venir a misionar a Chile, a instancias del Obispo de Osorno del momento Monseñor Francisco Valdés.

El rector aprovechó la oportunidad para saludar a los alumnos y alumnas nuevas, que se incorporaron este año a la comunidad del Colegio San Mateo y les deseó “que su paso por el Colegio marque una muy buena etapa en sus vidas”.

Asimismo presentó a los doce nuevos funcionarios que llegaron al Colegio este año 2018. Los nombró a cada uno con su respectivo cargo y los invitó a que se pusieran de pie en la medida en que los iba mencionando, con el fin de que el auditorio les brindara un caluroso aplauso de bienvenida, el cual duró varios minutos.

Hay que recordar que el Colegio San Mateo de Osorno es una institución católica, inspirada en la tradición educativa de la Compañía de Jesús y la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, y que integra una red de colegios en el ámbito latinoamericano (FLACSI), con instituciones educativas en 19 países. En Chile forman parte de la Red de Educacional Ignaciana (REI), con 10 colegios propios de la Compañía de Jesús.

“Trabajaremos en la búsqueda de la verdad, el sentido de trascendencia y descubrir a Dios en todo y en todos. Hagamos realidad nuestro adagio de entrar para aprender y salir para, en todo amar y servir”, dijo el rector para concluir su alocución inaugural.