¿Qué es una Pausa?

‘La palabra ¨pausa¨ proviene del griego anapausis y significa descanso, inspiración, interrupción, diversión, ocio. Para los griegos, la calma es algo sagrado. Se implora a los dioses la calma interior. Pero calma no significa sólo una interrupción del trabajo, sino un descanso de todo el cuerpo. Los órganos internos necesitan su sosiego. La biblia habla del descanso de Dios en el Sabbat, el séptimo día, de cuya pausa participamos. El filósofo judío Filón (fallecido hacia el año 40 d.C.), que vinculó la sabiduría judía con la griega, entendió el descanso no como inactividad, sino como una actividad que no requiere esfuerzo. La calma es un hacer creador. Hoy en día hablamos también de pausas creadoras. Para Filón, sólo el irracional está agitado. El sabio hace como Dios: descansa, a fin de entrar en contacto con su propia creatividad.

 

¿Cómo preparar un tiempo de Pausa?

Las indicaciones prácticas que siguen acerca de cómo configurar las pausas durante el horario de trabajo o en casa no apuntan sólo al acto externo. Por el contrario, a cultivar el gran bien de la pausa, concebida como interrupción sanadora y descanso creador, a fin de que no sólo hablemos de calma interior, sino que también la podamos experimentar en medio de lo cotidiano.

Los monjes primitivos decían: El que lucha, debe seguir un determinado método para ello; de lo contrario, su lucha será estéril. Del mismo modo se han de entender los consejos prácticos. Buscan poner delante de nuestros ojos ciertos métodos para que la disertación acerca del misterio del tiempo no sea en vano. En las pausas que hacemos, experimentamos que el tiempo se detiene y nos pertenece. Anapauein significa originalmente cesar. El tiempo detiene su fluir y nos pertenece. Tenemos el tiempo a nuestra disposición; podemos ser absolutamente nosotros mismos, en armonía con nosotros y con todo lo que existe.’

 

¿Cómo disponerse a la Pausa?

  1. Aprende a conocer los signos de tu cuerpo. Observa las típicas señales que te indican que hay que hacer una pausa. ¿Cómo manifiestan tu cuerpo y tu alma la necesidad de una pausa regeneradora?
  2. Observa tu necesidad personal de tiempo de pausa. A veces, basta con unos pocos minutos de interrupción para volver a estar mentalmente fresco.
  3. Sea lo que sea que decidas hacer durante la pausa, debería tratarse de una real interrupción, algo totalmente diferente de lo que estabas haciendo.
  4. En tus reuniones o momentos con otros, las pausas colaboran en gran medida a la concentración y a los procesos grupales. En ellas se liberan tensiones, surgen ideas nuevas y se recarga energía. Con frecuencia son precisamente las pausas y las conversaciones que se dan en ellas la parte más fecunda de la reunión.
  5. Una modificación en la disposición espacial de las cosas y personas intensifica la experiencia de interrupción: un paseo en el jardín, el rincón del café o la lectura, salir del lugar acostumbrado, disponer un sillón frente a una ventana, en el dormitorio de un hijo después de hacerlo dormir, entre otros ejemplos.

Fuente: Equipo de Formación y Pastoral