Un afectuoso saludo envió el obispo de la Diócesis de Osorno a todas las mamás, e invitó a poner la mirada y ser solidarios especialmente con aquellas madres que deben enfrentar la vida solas, sin el apoyo del otro progenitor.

“Muy queridas mamás

Desde este corazón de hijo, quiero saludarlas muy cordialmente en este día tan sentido por todos, sea porque a todos nos llega la presencia de la madre en este día, ya sea la mamá que nos acompaña todavía en el camino de la vida o aquella mamá que ya no está. A todos nos acompaña su presencia, y la vida en la memoria no se borrará nunca la madre.

Quiero saludarlas a todas ellas recordando que la madre nos une, la madre es el signo de la familia, la madre es lo mejor para los hijos por eso es lo mejor para todos, y la figura de la madre, la presencia de la madre nos enseña siempre. También a nosotros y a cada uno, nos enseña a optar por lo mejor, así como el amor de la madre es para sus hijos.

En este día tan especial para todas nuestras madres, una bendición particular y quisiera también invitar a poner la mirada especialmente en las madres que tienen que hacer frente a la vida en forma solitaria sin el padre, sin la compañía de los demás, del otro progenitor. Hay muchas mamás que deben trabajar y enfrentar muchas dificultades en la vida, a ellas de un modo especial nuestra cercanía, la oración ante Dios nuestro Padre, y ojalá suscite la solidaridad de los que ellas encuentren en el camino, y hacia ellas el camino les sea mejor, no solamente en este día sino siempre.

Un cordial saludo y mi bendición, en nombre de Dios para todas nuestras mamitas y para aquellas que ya partieron al Padre, nuestra oración para que el Señor las tenga gozando de su presencia. Felicidades y bendiciones para cada una y todas las madres”.

Fuente: Iglesia de Osorno