¿Qué será lo que Dios quería que hiciese con todo el bien recibido en mi vida?, fue una pregunta que se hizo Pablo Poblete SJ cuando era un joven de 19 años. En ese momento, «para hacerme esta pregunta fueron claves 3 experiencias: mi comunidad de CVX Joven, con quienes comencé a compartir estas búsquedas; la vida espiritual compartida con mi acompañante de este proceso de búsquedas (Pablo Walker s.j.) y el contacto cercano con los más empobrecidos presentes en los niños y jóvenes de la población Los Nogales, en Estación Central, en Santiago. Estos 3 medios: comunidad, vida espiritual y apostolado, fueron claves para hacerme consciente que el Señor me llamaba a hacer un giro radical en mi vida».

El padre Poblete agregó que «lo que finalmente me llevó a dar el paso definitivo fue la experiencia de los Ejercicios Espirituales vividos intensamente en dos momentos del año previo a mi entrada, en Semana Santa y para las vacaciones de Fiestas Patrias en septiembre. En ellos pude experimentar que el Señor me decía que todo lo que había recibido en mi vida era para el servicio de otros, que ninguno de los privilegios que yo había vivido hasta ese entonces tenían sentido si yo no los compartía con los demás. También recibí la confirmación que, sea lo que sea que me deparara el futuro, yo quería hacerlo con Dios a mi lado.

Fue así como comencé a entregarme cada vez más en el servicio apostólico que yo prestaba en la escuela Borja Echeverría de Estación Central, en donde caí en la cuenta que, más que las cosas que yo podía entregar materialmente, lo que más se valoraba de mí en ese lugar era mi presencia y capacidad de escucha y consejo. Esto me hizo cuestionar profundamente la carrera que yo estaba estudiando y comencé a ver mi realidad con nuevos ojos. Sin darme cuenta había logrado llegar a la respuesta a la pregunta de qué es lo que quería hacer con mi vida: <seguir a Jesús para amar y servir a quién Él me presentara en la vida>. Desde aquel entonces Jesús y su proyecto me enamoraron y siempre he buscado cómo servirlo a Él en las realidades que me ha tocado vivir en cada etapa de mi vida».

Esto es parte de lo que ha sido el camino recorrido por Pablo Ignacio Poblete Esterio, de 40 años, nacido en la ciudad de Santiago. Hoy día, viene a desempeñarse en el rol de Capellán de 2do. y 3er. Ciclo para predicar el Evangelio, así como servir de guía en los movimientos como el CVX, Mej y Guías y Scout San Mateo.

Su trabajo no se detendrá ahí, también, será Capellán de la Hospedería de Cristo, donde se involucrará en sus actividades y brindando su experiencia en el servir al prójimo. «Anteriormente, estuve en Bolivia, en una experiencia de formación de la Compañía de Jesús, y previo a eso, estuve en Santiago durante 1 año y medio culminando estudios de Pedagogía en Educación Básica».

De vuelta a casa

«Yo vengo a colaborar en la comunidad jesuita aquí en Osorno y, como jesuita, nuestra misión es poder transmitir el Evangelio en distintos ámbitos, así como colaborar en la Diócesis de Osorno con el trabajo de la Iglesia. En cuanto al colegio, este lugar no es ajeno a mí puesto que es la tercera vez que estoy en el colegio y, de aquella época, recuerdo cuando comenzaba el proceso de coeducación en el que comenzaron las primeras niñas en el colegio, sin duda alguna, se avecinaban cambios pero siempre manteniendo el Espíritu Sanmateíno».

El padre Pablo concluyó que su ideal es «es reforzar el sello de la espiritualidad y transmitir este sello ignaciano a la comunidad, a la familia, a los apoderados y a las alumnas y alumnos. Siempre he pensado en que la espiritualidad ignaciana se conjuga con el trabajo del aula y, como profesor, pondré ese sello en la enseñanza».

Fuente: Vocaciones Jesuitas / Comunicaciones San Mateo