Son cincuenta y nueve años que cumple el colegio San Mateo de la Compañía de Jesús. Esta es una celebración que une a toda la comunidad educativa en torno diversas actividades que se llevan a cabo durante una semana completa del mes de julio.

El Colegio San Mateo reconoce en su historia el fundamento ignaciano de “en todo amar y servir”. En coherencia con este gran ideal y para responder a un llamado del entonces Obispo de Osorno, Monseñor Francisco Valdés, jesuitas de la Provincia de Maryland asumen el desafío de venir a misionar al sur de Chile. Son éstos, los llamados firts fathers, quienes instalan en la ciudad una especial manera de vivir el Evangelio y de educar según los principios y valores ignacianos (1959).

Desde entonces, es un colegio católico inspirado en la tradición educativa de la Compañía de Jesús y la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, su fundador. Adicional a esto, la institución forma parte de una red de colegios a nivel Latinoamericano (FLACSI) con 90 instituciones educativas en 19 países, así como de la REI (Red Educacional Ignaciana), con 11 colegios asociados.

2Educamos a hombres y mujeres en un proyecto común que los reúne en la búsqueda permanente de la excelencia y la construcción de un mundo más justo y más humano siguiendo la huella y el modelo de Cristo», destacó el rector, Alejandro Aguirre.

En este sentido, agregó que siente orgullo «al ser parte de esta celebración porque nos sentimos felices de vivir en esta gran familia sanmateína. Nuestra participación activa en la historia y el crecimiento de la provincia ha aportado significativamente a la sociedad con hombres y mujeres de bien, construyendo una sociedad más justa y equitativa».

Los alumnos del IV año medio A prepararon una gran celebración que tiene un significado muy especial, ya que se trata del último año en la institución que, los ha acompañado en el camino de la vida y la formación humana y espiritual. Nicolás Mayora, presidente del Centro de Alumnos destacó que “esta semana es un tiempo cargado de valores y principios porque, no solo competimos, sino que compartimos esfuerzos por un objetivo en común: disfrutar en familia como lo que somos. Es preciso mencionar que en esta gran fiesta participan nuestros padres, profesores e integrantes de la comunidad educativa porque todos nos unimos en torno a actividades divertidas y sociales, haciendo honor a la formación ignaciana que nos llama a servir en todo lo que hacemos».