Trabajos de Verano es una experiencia de servicio y de trabajo, que se realiza durante el mes de enero en un sector rural de la provincia de Osorno. En esta ocasión, un grupo de alumnos desempeñó diversas labores en Trapi, un sector de la comuna de Río Bueno. Esta jornada es muy importante a nivel formativo, puesto que «es parte de la enseñanza que se imparte en el colegio, evidentemente, por los aprendizajes que genera. Trabajo de Verano es una experiencia que debe llevar más de 30 años. En lo personal yo también viví la experiencia cuando yo era estudiante y comprendí que tiene mucho valor por el vínculo que uno establece con las comunidades rurales que, en general, están muy apartadas. La idea de nosotros siempre es que a los lugares que vamos, nos vamos a poner a disposición de las familias, entonces nosotros priorizamos que sean el trabajo en familia, que sean adultos mayores, o que sean por ejemplo, jefas de hogar, que son quienes generalmente requieren más ayuda. Principalmente en Trapi labores cotidianas de casa y agrícolas, muchos han estado picando leña, muchos entrando leña, que son labores que a los adultos mayores se les complica mucho hacer en el cotidiano, y los chicos están ayudando en eso”.

Sin duda, es una oportunidad en que visualiza el aprendizaje de los estudiantes. Para el padre Pablo Poblete, esto significa «una puesta en práctica de cómo amar y servir más en el corazón de una comunidad. Mi trabajo giró en torno al acompañamiento durante el proceso de cada estudiante. Todas las tardes realizamos una reunión por cuadrilla donde ellos analizan lo que realizaron durante el día, también tienen un tema de formación de cada uno de los días y después de eso tenemos una liturgia donde yo acompaño, y trato de que ellos puedan poner la experiencia a la luz de lo que nos dice Jesús, también como mensaje para construir el reino, un reino de justicia y de igualdad con los demás”. 

Durante esta jornada, se unen estudiantes y ex alumnos del colegio, quienes vuelven a esta experiencia y aportan con sus conocimientos y alto sentido de fraternidad. Para Paula Olivares, ex alumna del colegio expresó que «mi experiencia fue muy bonita, y eso también me motivó para ser asesora con los chicos para que tuviesen una experiencia igual de linda que la mía, yo creo que la forma de trabajar que uno tiene como estudiante, es muy distinta de cuando uno viene como asesora, cada uno de los chicos vive su experiencia a su modo, pero siempre hay ciertos parámetros o misiones que queremos lograr en la actividad, entonces lo que hacemos es guiarlos para que puedan abrirse y entender para qué vinieron y así también llevarse una enseñanza con eso. Esta experiencia te hace ver distintas realidades que existen, y que muchas veces, por los privilegios o comodidades que tenemos, no vemos, porque es mucho más fácil pasar de largo, que detenernos a ver lo que está sucediendo».

Por otra parte, Dominga Devaud, estudiante de 4º B se sintió sorprendida por el hecho que «los habitantes de la comunidad están más felices por la compañía que el trabajo realizado. Por ejemplo, en un día fuimos a una casa y estaban super felices que estuviésemos ahí jugando con los nietos de la señora. Esto es la verdadera felicidad de estar acompañados, aunque seamos completamente extraños, generamos lazos y sentimientos muy poderosos». 

Claudia Uribe, estudiante de 4 medio C: “Considero que hemos estado acostumbrados a vivir nuestras realidades, y que solo eso es nuestro foco, a pesar de eso me siento orgullosa de de participar en Trabajos de Verano, puesto que he crecido como persona, entender que hay más cosas y otras realidades, que hay gente que quiere ser ayudada, y saber que nosotros podemos aportar aunque sea un granito de arena, ya que llegamos sin saber hacer nada y ahora estamos desarmando y armando un cerco, es algo increíble y no solo para nosotras, sino para las personas que estamos ayudando, siendo que también el trabajo es solo el medio, para favorecer a las familias”.

Claudia Huaiquian, estudiante de 4 medio C: “Esta es una buena oportunidad para adquirir nuevos aprendizajes, además, podemos ponerlo en práctica en nuestras casas, o en Osorno cuando lleguemos porque Trabajo de Verano no se puede quedar acá, esto sigue, ya que marca un antes y después en nuestras vidas, vamos a llegar siendo personas diferentes, mejores personas”.

Por otra parte, las personas beneficiadas de estas acciones encabezadas por estudiantes del Colegio San Mateo se mostraron agradecidas y conmovidas por el tiempo de calidad que han disfrutado junto a estos jóvenes. Así lo expresó, Odivet Tejeda, habitante de Trapi, quien valoró Trabajos de Verano como «una labor maravillosa, felicitar una vez más al Colegio San Mateo, yo tengo entendido que lo han hecho por muchos años, y me parece que por la pandemia, no se pudo seguir haciendo, pero fabuloso ahora. Yo me estoy favoreciendo tanto con ellos, además, debo destacar que los niños y las niñitas que me han tocado han sido personas maravillosas. Acá en el campo cuesta mucho encontrar mano de obra o una mano amiga. Hace tiempo estoy discapacitada, por lo que se me dificultan muchas cosas pero la compañía de estos jóvenes ha sido un regalo para mi».

El presidente del Comité de Adultos Mayores de Trapi, recordó que el primer contacto fue con la directora de la escuela de Trapi, a partir de allí generamos una lista de personas y familias para participar de estas jornadas. Como comunidad estamos agradecidos, es hermoso el compartir con la gente joven y nutrirnos de su cariño”.

Fuente: Andrea López / comunicaciones@sanmateo.cl 

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